Mi querido amigo/amiga .
¿Cuántas veces nos hemos involucrado en relaciones sin estar seguros de si lo hacemos por miedo, por necesidad de aceptación, o por amor? Hay algo que nunca falla : después de estar con una persona o un grupo de personas, el cuerpo te dirá cómo se ha quedado y qué te hace sentir. ¿Lo escuchas? Si nos escuchamos con franqueza y no nos autoengañamos, podemos darnos cuenta de que algo no está bien, si nos sentimos agotados o vacíos después de haber compartido tiempo con alguien .
Nuestro mayor deseo es vivir sin ataduras. Nos gusta lo sencillo, pero en libertad. Queremos compartir desde la verdad, sin sentirnos atrapados o incómodos . ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Has sentido ese deseo de liberarte de todo lo que te ata?
En el fondo, todos buscamos lo mismo: relaciones que nos permitan ser nosotros mismos, libres de expectativas y presiones .
Porque la verdadera libertad se encuentra en la veracidad, en la capacidad de ser, sin ataduras.
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