Mi querido amigo/amiga .
Sabiduría y virtud: un tándem esencial para crecer.
¿Qué es lo que realmente nos hace mejores? A lo largo de nuestra vida, adquirimos sabiduría y virtud, dos cualidades que se complementan. La sabiduría nos ayuda a discernir entre lo bueno, lo malo, y lo indiferente, mientras que la virtud nos impulsa a actuar en consecuencia, con integridad y honestidad .
Es fascinante ver cómo el entorno influye en nuestra evolución. ¿Alguna vez has notado cómo ciertas personas, maestros o formaciones nos impulsan a ser mejores? Esas relaciones que nos motivan a desaprender lo que no nos hace bien y nos invitan a cuestionarnos, son valiosas . Lo sabemos, no tanto por lo que nos enseñan directamente, sino por cómo nos sentimos después de compartir tiempo con ellas. ¿Qué nos aportan y, a la vez, qué estamos nosotros dando?
Las relaciones más enriquecedoras son aquellas donde existe un equilibrio, un "ganar-ganar". Donde escuchar y ser escuchados sin juicios es natural. Es importante reflexionar sobre cómo nos comunicamos: ¿Escuchamos realmente a los demás? ¿O solo estamos esperando nuestro turno para hablar? A veces, no necesitamos consejos no solicitados, sino un espacio seguro para reflexionar y, poco a poco, aplicar lo aprendido en nuestro interior.
