Fluido purificante limpiador
Limpiador profundo de la piel, con efectos inmediatos equilibrantes del pH cutáneo. Acción indispensable en la eficacia del tratamiento completo.
Descripción
Por la acción de ciertos elementos que alteran o destruyen invariablemente el manto epicutáneo, nos encontramos muchas veces con que el problema al que se intentaba ofrecer una solución , se ve agravado en gran medida. La piel, reacciona con una hostilidad desmedida ante cualquier cosmético. Entonces, es cuando cualquier signo de rechazo, sea cual sea su etiología, va a parar al cajón desastre denominado “reacción alérgica”.
Se le concede una importancia trivial al cosmético de “limpieza”, es más, la equivocación a veces, le conduce a pensar al usuario de cosmética, que sólo tiene que efectuarla tras un maquillaje. Hasta tal punto resulta irrelevante la función limpiadora, incluso para ciertos fabricantes cosméticos, que trabajan con sustancias detergentes tan agresivas, que además de la suciedad de la piel, arrastran con esa fundamental emulsión epicutánea, desprotegiendo totalmente la piel, y por supuesto alterando su composición natural.
No resulta sencillo pues, encontrarse con productos, que están elaborados intrínsecamente no solo para respetar, sino para restaurar el manto epicutáneo de la piel, desde el primer acto, como es un desmaquillado o limpieza.
COMPOSITUM ha encontrado la fórmula perfecta, para suavemente eliminar la suciedad de la superficie de la piel, sin que la misma sufra alteración alguna en su equilibrio natural.
Contiene 200 ml
Modo de empleo
Aplicar mañana y noche sobre la piel de rostro y cuello, masajeando (incluso ojos y labios maquillados). Retirar en su totalidad con un disco de algodón, pañuelo de papel suave o esponjilla humedecida. No olvidar que la propia polución, fija en nuestra piel sustancias indeseadas que alteran su funcionalidad, y que se desprenderán suavemente con la acción del FLUIDO PURIFICANTE LIMPIADOR.
Apto para cualquier tipo de piel, con éste suave gesto, las capas internas del tejido, irán progresivamente alcanzando el nivel óptimo de secrecciónes glandulares (lípidas y sudoríparas)que precisan para alcanzar el equilibrio ideal.