Toda la vida en mi corazón
Mi querido amigo/amiga .
Cuando siento la inmensidad del planeta y la grandeza del universo, me sobrecoge la belleza de todo lo que me rodea: los cielos, la naturaleza salvaje, la sencillez de los ríos, las montañas y las piedras. En esos momentos, me siento tan pequeña que me pregunto: ¿cuál podría ser mi pequeño legado? ¿Cómo puedo contribuir, de alguna manera, a esta vastedad? ¿Cómo puedo dejar constancia de que estuve aquí, agradecida y maravillada por este panorama universal?
Estoy inmensamente agradecida por la vida, por la libertad que tengo para disfrutar del sol, del agua, de las nubes y de la lluvia, así como de un té caliente, a veces acompañada por personas increíbles. Mi legado, creo, radica en compartir aquello que me ha servido, aquello que he aprendido a lo largo del camino, en reflexionar y transmitir los mensajes que he comprendido tanto de los humildes como de los grandes, de lo sencillo y de lo complejo .
He aprendido del dolor y de la risa, de la ilusión y de la frustración, y también de la enorme tristeza que, de algún modo, todos albergamos en determinados momentos. Mi legado consiste en valorar y compartir esta riqueza interior, la grandeza que habita dentro de cada ser humano y que es digna de ser expresada .
Me pregunto: ¿qué es lo que nos conecta realmente con los demás? ¿Es quizás nuestra capacidad de encontrar belleza, incluso en lo pequeño? ¿Es la valentía de compartir nuestras historias y dejar que otros, a su vez, nos enseñen a ver el mundo desde su perspectiva?
www.raquelagelan.com
A mi querida prima Esther.