Mi querido Amigo/amiga.
Es en este caminar cuando comprendo que la vida se trata, en última instancia, de mí. Cada día, debo sostenerme, motivarme, ilusionarme, tratar con los demás y cargar con mis propias emociones y experiencias. La vida, constantemente, gira en torno a mí. Mi anhelo es encontrar cómo sentirme más confortable y en armonía, cómo dirigir mi vida a una velocidad crucero que me permita observar el paisaje, disfrutando mientras a mi alrededor ocurren tantas cosas.
¿Cómo puedo sentirme más a gusto con mi acompañante, que soy yo mismo?
Entre las diversas técnicas de mejora personal, hay una que me convence: que es la de transgredir el ego , ir más allá de los límites del ego para ir ganando mayor libertad. Para que me deje un poco en paz y me torture menos. Pero ¿cómo se hace eso? ¿Por dónde comienzo?
Cada uno debe ocuparse de lo suyo porque no podemos hacer el trabajo por los demás. Entonces, en mi vida aparecen palabras como la autoobservación, la compasión, la meditación y la reflexión personal en espacios que nos aporten de alguna manera paz . También escribir libremente sin juicios acerca de lo que sentimos y practicar la atención plena hacia todo lo que hacemos, pensamos y decimos. Esa motivación de querer hacer cambios en nosotros mismos nos permite aceptar las cosas tal como son y ver dónde queremos hacer los cambios para proyectarnos de manera diferente.
Incluso, a veces tendremos la necesidad de cambiar de ambientes porque ya no estamos en el mismo lugar donde estábamos antes y ya no tenemos los mismos intereses de antes.
Al final, la vida sigue siendo un viaje personal e íntimo . Cada paso que damos, cada reflexión que hacemos nos acerca un poco más a ese estado de paz interior que todos anhelamos. Y en ese proceso, nos descubrimos a nosotros mismos, una y otra vez, aprendiendo a ser nuestra mejor compañía.
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