Mi querido amigo/amiga .
¿Cuántas veces he hablado con alguien desde lo más profundo de mí, con la simple intención de ser escuchada? Solo eso, sin esperar consejos no solicitados que terminan por aturdir mi mente y minar mi confianza .
¿Te ha pasado alguna vez?
A veces, lo único que deseo es sentirme acompañada, respetada en ese silencio enriquecedor, limpio de recomendaciones y expectativas . En algunas ocasiones agradezco que me escuchen, sin interpretaciones ni opiniones. Sin embargo, sé que esto no es fácil ; requiere un verdadero entrenamiento, una fuerte intención y un alto nivel de consciencia.
La verdadera escucha es un arte, una conexión profunda que se teje en la presencia plena y el respeto absoluto por el otro. ¿Estoy dispuesta a escuchar de verdad?
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