Publicado: 27-05-2024
Publicado por: Raquel Agelán Rodríguez
Etiquetas: emociones
Mi querido Amigo/amiga
Cuando me encuentro en alguna encrucijada, sin saber muy bien qué hacer, me animo a hacerme esta pregunta: ¿Qué haría el amor? Entonces, no hago nada. Me limito a observar lo que ocurre desde la serenidad y la tranquilidad , desde mi lugar de observación. Quiero que lo que ocurra sea para el bien común y el equilibrio personal.
Procuro realizar mi trabajo hacia dentro, hacia mí misma, comprendiendo que mi paz no es negociable . Este estado de consciencia, en el que sé que mi equilibrio personal es lo que cuenta, me permite no dañar a nadie a mi alrededor. Utilizo el tacto y el cuidado necesarios, y en ese momento sé que no me daño a mí misma.
Esto me permite transitar por la vida más feliz y contenta , en mayor equilibrio y plenitud, sabiendo que soy dueña y única responsable de mi felicidad. Contagio esa energía cálida de plenitud, volviéndome partícipe de algo más grande que yo misma , deseando siempre que tenga un buen final.
En cada situación, recordando siempre la importancia de la buena voluntad , encuentro la paz interior que me guía y me sostiene. Así, avanzo con confianza y amor, construyendo un mundo mejor desde mi propia transformación.
www.raquelagelan.com