Publicado: 11-12-2024
Publicado por: Raquel Agelán Rodríguez
Etiquetas: emociones
Mi querido amigo/amiga .
Qué bien sienta sacar, de vez en cuando, la bandera de la paz. Esa bandera blanca que nos invita a rendirnos, no por debilidad, sino por el deseo profundo de estar en paz. En paz conmigo misma , con mis autoexigencias, con mis falsas expectativas, con mi benevolencia, con mi respeto, con mi misericordia y, sobre todo, con mis miedos.
Saco la bandera de la paz y comienzo a navegar desde un lugar más pacífico, más presente. Desde ahí, emprendo una nueva negociación conmigo misma, con otra perspectiva . Una negociación que no depende de si gusta o no a los demás, porque es única y honesta. Una negociación nacida de mi libertad.