Mi querido Amigo/amiga .
Cuando sentimos en lo más profundo esa llamada a la aventura. ¿Recuerdas cuando el protagonista se da cuenta de que tiene que dejar su mundo cotidiano para enfrentarse a algo nuevo y emocionante? Puede ser porque encuentra un mapa, recibe una misión, o algo inesperado sucede en su interior que lo obliga a actuar sin saber muy bien por qué.
Luego, puede haber un momento de duda o rechazo de la llamada interior . ¿Alguna vez has sentido miedo o dudas antes de enfrentar un gran desafío? Pues, el héroe también lo siente. A veces, necesitamos un empujón extra o un mentor que nos anime a seguir adelante.
Una vez que aceptamos el desafío, (aunque estemos llenos de dudas) cruzamos el umbral hacia un mundo desconocido. Aquí es donde la verdadera aventura comienza . ¿Te acuerdas de esa parte en las historias donde el protagonista enfrenta pruebas difíciles, conoce nuevos amigos y enemigos, y aprende lecciones importantes? Esas experiencias lo preparan para el desafío principal.
Casualmente, llega al clímax de su aventura, donde enfrenta su mayor prueba. Este es el momento de mayor tensión y desafío. ¿No es emocionante ver cómo el héroe utiliza todo lo que ha aprendido en el camino para superar este obstáculo?
Finalmente, sale victorioso, el héroe regresa a casa. Pero no vuelve igual; ha cambiado, ha crecido. Ha traído consigo una recompensa o un conocimiento valioso que puede compartir con los demás.
Nosotros somos los héroes de nuestra propia vida, y tenemos conocimientos sobre todo experiencias valiosas que compartir con los demás.
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