Mi querido Amigo/amiga .
El día precede a la noche y la noche al día; se complementan en perfecta armonía . En Este ciclo natural comprendemos nuestra existencia, en la que convivimos con nuestra propia luz y oscuridad.
A menudo, pensamos que nuestra luz es buena y nuestra oscuridad es mala. ¿Es realmente así? Superar esta creencia nos cuesta, pero cuando iluminamos nuestra oscuridad con la luz de nuestra consciencia, ganamos fuerza y seguridad . Este proceso nos permite abrazar nuestras sombras y seguir trabajando en ellas.
¿A qué llamamos oscuridad? La oscuridad es todo aquello que nos altera, incomoda, nos hace reactivos, nos llena de rabia, nos produce ansiedad y no aceptamos o nos cuesta aceptar.
Cuando nos volvemos conscientes de que una emoción nos altera o desequilibra, se presenta una oportunidad invaluable para trabajar sobre ella . ¿Qué nos está ocurriendo realmente? ¿Cuál es la mejor manera de afrontar la situación, sin agredirnos ni agredir a los demás?
Volvámonos más observadores de nuestras emociones, permitiéndonos el tiempo necesario para reflexionar y crecer .
Al final, Creo que se trata de abrazar tanto nuestra luz como nuestra oscuridad, sin resistirnos, no es fácil, pero este abrazo nos acerca más a un estado de armonía y calma, desde este estado tomaremos mejores decisiones.
Que cada día sea una oportunidad para iluminar nuestras sombras y cada noche un momento para encontrar paz en nuestra oscuridad . Así, con paciencia y autoaceptación, podemos avanzar hacia una vida más equilibrada e inspiradora.
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