Mi querido amigo/amiga .
Agradecer en momentos de adversidad o dolor puede parecernos contraintuitivo, no es precisamente lo que nos nace del corazón ¿Quién no ha atravesado esos momentos en los que un gran dolor nos saca de nuestro centro, como si nuestro eje interior se desplazara quién sabe dónde? Sin embargo, es precisamente en estos momentos tan punzantes, donde podemos encontrar la oportunidad para realizar cambios profundos, que de alguna manera nos pueden hacer falta.
Son esos desafíos los que nos enseñan a desarrollar resiliencia y a adquirir nuevas habilidades que antes desconocíamos que teníamos, pero que necesitamos para continuar nuestro camino en ascenso, es en este punto donde cobra sentido el agradecimiento .
Creo que se trata, al final, de que, al mirar hacia atrás, nos cueste reconocernos entre quienes fuimos y quienes somos ahora.
¿Te has preguntado cómo sería tu vida si lográramos amar incluso lo que no controlamos, lo que nos hiere o nos reta?
Aprendamos a abrazar nuestro destino y a cuidarnos lo mejor que podamos. Amor Fati.
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