La piel, ese traje con el que vestimos nuestra existencia y al que a veces no prestamos atención.
Delata el tipo de vida que soportamos, es el termómetro de nuestras emociones y posee la virtud de la comunicación.
La piel sabe expresarse con mayor nitidez que las propias palabras. La clave es conocer su código, interpretar qué nos dice y por qué con la certeza de que nunca se equivoca.
La aparatología es la que nos permitirá sacar el máximo partido a los productos que nos proporciona para devolver la belleza y salud a nuestra piel, permitiendo la introducción eléctrica y mecánica de principios activos en tejidos profundos.
Las corrientes galvánicas llevan más de 30 años en medicina y se consideran seguras.
El dermaroller es otro aparato manual hace una terapia natural de colágeno y elastina.