Mi querido amigo/amiga .
A menudo todos sabemos lo que está bien y lo que está mal, pero no siempre actuamos en consecuencia. Curiosamente, puede ser sobre cosas muy sencillas. Me gusta pensar que "lo correcto" no siempre implica agradar a los demás; en muchos casos, creo que tiene más que ver con lo que es bueno para nosotros mismos .
Tener la valentía de poder expresar nuestras decisiones de forma asertiva es un buen camino . La responsabilidad de cómo se recibe o sienta nuestra elección ya no recae sobre nosotros, sino sobre quien escucha.
Lo principal es poder hacer lo que consideramos correcto para nuestro bienestar, sin sentirnos presionados por expectativas familiares o sociales. Esa es, en esencia, creo yo, la mejor manera de respetarnos y de ganar el respeto de los demás : tomar decisiones que reflejen fielmente nuestros principios.
Me doy cuenta de que nuestros principios no son estáticos. A medida que evolucionamos y maduramos, estos principios pueden cambiar , y las decisiones que tomamos se vuelven más sólidas y conscientes. La disciplina interior, entonces, no se trata solo de mantenernos firmes en nuestras decisiones, sino también de ser lo suficientemente flexible para permitir que nuestros principios crezcan con nosotros .
Preguntas para Reflexionar:
- ¿En qué situaciones sientes que actúas para satisfacer a otros más que a ti mismo?
- ¿Qué emociones te surgen al pensar en la posibilidad de hacer lo que consideras correcto para ti, aun si otros no lo aceptan?
- ¿Cómo han cambiado tus principios a lo largo del tiempo, y cómo te han ayudado estos cambios a tomar decisiones más auténticas?
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