Mi querido amigo/amiga .
Cada vez que hacemos una “pelota dura” de nuestras emociones, bloqueamos la claridad que llevamos dentro. nuestra maravillosa presencia se va apagando cuando permitimos que el miedo al descontrol domine nuestras verdaderas decisiones . Nos agotamos corriendo detrás de algo que, al final, se nos escurre de las manos.
La realidad es que el control que tenemos sobre la vida es casi nulo. ¡0! Y reconocerlo nos cuesta, pero no es una derrota, sino una gran liberación . Cuando conseguimos soltar el control, dejamos espacio para que la vida siga su curso con mucha menos presión , para que las situaciones se sucedan de forma natural, tal y como tienen que ser nos guste más o nos guste menos, pero si lo acogemos y aceptamos es más fácil lidiar con ello.
Así que te pregunto : ¿qué pasaría si te permitieras soltar hoy? ¿Y si confiaras en que la vida, incluso con su incertidumbre, está de tu lado?
¿Te has planteado alguna vez que el verdadero poder no está en controlar, sino en confiar? En dejar que esa claridad interior brille sin reservas, cuando lo hacemos, quizá podemos encontrar más serenidad.
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