Mi querido amigo/amiga .
Cuando sentimos que caemos en el pozo, que estamos atrapados en el barro, y percibimos que hemos tocado fondo, es duro, pero algo se despierta en nosotros. Ese instante, por difícil que sea, puede convertirse en una oportunidad única : el momento para impulsarnos, para escalar. aparece el coraje, nuestro gran aliado, aunque parezca imposible, es en esa subida donde aprendemos más y más, donde cada esfuerzo nos entrena y refuerza.
Y aunque podamos resbalar y volver a caer, nuestro anhelo de alcanzar la luz nos mantiene en movimiento. Cada paso hacia arriba, por pequeño que sea, nos da más fortaleza, claridad y tono para afrontar lo que venga . Puede que salgamos exhaustos, pero también lo hacemos más preparados, con un nuevo brillo en la mirada.