En este monumental viaje llamado vida, finalmente me rindo y me entrego a cada situación y momento que me brinda la existencia tal y como es.
En esta rendición consciente, elijo vivir cada instante lo mejor que pueda, al margen del escenario que pinte el destino para mí .
Renuncio a la lucha interior contra las dualidades de mis creencias de lo correcto o incorrecto.
En este acto de entrega total, me doy cuenta de que no hay otro camino o sendero para mí.
Desprendo el control que amenaza mi paz y serenidad , optando por abrazar la vida con lucidez y tranquilidad, manteniéndome plenamente despierta. Me desvanezco ante el dolor para, acto seguido, rendirme con la confianza de que todo es perfecto y es como debe ser. Así, me permito acoger cada instante con gratitud, aceptando lo que me toca vivir y lo que está por venir .
La rendición no implica debilidad, sino más bien una fortaleza serena que surge de la disposición a aprender y evolucionar. Es el cimiento sobre el cual podemos construir un entendimiento más profundo , y a medida que el nivel de conciencia se expande, la rendición se convierte en un candil que nos guía hacia nuevas fronteras de comprensión y conexión espiritual .
La rendición ante la vida, cuando somos capaces de abordarla desde una perspectiva de aceptación y crecimiento espiritual, puede ser un acto de profunda introspección y apertura a lo que la existencia ha venido a ofrecernos . Este enfoque puede proporcionarnos la serenidad necesaria para afrontar los desafíos con una actitud de aprendizaje y desarrollo personal. La rendición consciente puede convertirse en un puente hacia la paz interior y la comprensión más profunda de tu propio viaje en esta experiencia llamada vida.https://www.raquelagelan.com/