La discordia

Mi querido Amigo/Amiga

Cuando la discordia se hace presente , es como si un reloj interno nos alertara, instándonos a enfocarnos en nosotros mismos. Cada uno es su propio guardián y guía, siempre atento a las señales de desacuerdo .

Reconocer que somos los únicos responsables cuando surge la discordia es crucial. Nuestra presencia, nuestro "yo soy", tiene el poder de corregir cualquier situación .

Si nos resistimos a aceptar nuestra responsabilidad en las dificultades , ¿cómo podemos superarlas? No existe garantía alguna de que no seremos perturbados , pero al abordar esos sentimientos discordantes, permitimos que la perfección nos envuelva.

La auténtica victoria eterna se alcanza al mantener una armonía interna, autogobernándonos con suficiente persistencia para convertirnos en nuestros propios guardianes permanentes , nuestros aliados inquebrantables en la búsqueda de la plenitud.

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