La pregunta del millón en cabina.
La palabra pronóstico significa anticipar la idea de cómo irá cambiando la imagen de la piel , atreviéndose con rigurosidad a ofrecer una respuesta con criterio profesional.
Se trata de emitir un juicio por adelantado del curso que llevará un inestetismo, o del tratamiento de Higiene y Mantenimiento de una patología, basándonos en datos presentes.
En cosmetología y estética el Pronóstico se califica como LEVE siempre, por no comprometer la salud del usuario del tratamiento.
Para realizar un buen Pronóstico utilizamos los datos del Diagnóstico, es decir en las CAUSAS que producen la alteración, las condiciones del usuario, del medio ambiente, y los recursos de los que dispone; incluidos su voluntad y su implicación.
Tenemos que tener en cuenta para predecir sin “mirar la bola mágica” que el resultado de una alteración es producto de muchos factores que concurren del principio al fin.
Hipócrates lo dictaminó estableciendo para la medicina, en un símil que utilizamos en Estética y Cosmetología .
Exponiendo la piel, las funciones, sus alteraciones, las manifestaciones, su perturbación y a continuación su valor pronóstico.
Ponderar la tendencia curativa de la naturaleza individual y ayudar en el fenómeno eliminatorio y defensivo de la piel, teniendo en cuenta las crisis destructivas (como en el caso del acné).
La tendencia final por tanto, es un hecho capital del Pronóstico.
Podemos por lo tanto con el concurso de estos datos, acercarnos con relativa precisión al tiempo estimado de resolución.
Compositum (Biotecnología Cosmética)